Asfixiamos la rosa al empuñarla por los pétalos solo para amenazar con sus espinas.

Aguardando la esencia de su perfume en un diseño de vitrina. Un aroma que seduce y erotiza, el olfato se desliza...

Se espolvorean simulando el rocío cuando se venden o regalan, embellecidas para la gala...

Pero... "las rosas que crecen bajo mi ventana no son indicio de rosas previas ni mejores: son lo que son; existen con Dios, aquí y ahora. Para ellas no hay tiempo, La rosa es simplemente perfecta; perfecta en cualquier momento de su existencia. En la flor plenamente abierta no hay nada más; en la raiz sin hojas no hay nada menos."