Primero fue la tentación de Eva, que inducida por el poder de persuasión de la serpiente, cedió. Y los dientes se anclaron en el sonido característico de un mordisco sobre esa prohibición. La manzana.


Y el humano, consciente por primera vez de si mismo, al verse desnudo se asustó.



Segundo fue Newton. Reposando contemplativo bajo un manzano del jardín de su casa.
Una de las manzanas sucumbió del árbol que la sostenía y dirigida directamente a la cabeza del genio le golpeó, en ese instante, una iluminación dentro de sí cambiaría el transcurso de la historia.


Si la manzana se desprende pero, en vez de subir indefinidamente hacia arriba, cae hacia abajo, es porque el poder de atracción de la Tierra es superior al de arriba. La gravedad.
Y el pulso entre ciencia y religión empezó a decantar el ganador...



El tercero fue Alan Turing. Creador de la primera computadora capaz de resolver problemas matematicos que pudieran representarse mediante un algoritmo. Uno de los padres de los ordenadores. Procesado por homosexualidad. Se suicidó o fue asesinado, ingirió una manzana envenenada con cianuro.


Y cuarto fue Steve Jobs. Hay quienes dicen que el símbolo de apple es un homenaje a Alan Turing.
La manzana tecnológica que revolucionó la música con sus iPods y tambien dispuso el mundo entero en nuestras manos mediante iPhone, el verdadero Smartphone.


Atrajo al planeta a conectarse entre sí desde cualquier parte, haciendo exponencial nuestras posibilidades...



Manzana... Protagonista en las páginas escritas que determinan nuestra historia, que nos acerca y nos aleja, príncipe o rana.

Manzana... Símbolo del conocimiento que en su corazón halla las semillas que traerán un mañana.

Comentarios