Y en una noche de verano nos deteníamos. 🌟 Brillando con luz propia en la preciosidad de su conjunto ellas robaban nuestra atención, y en la contemplación de esa iluminación cupular de carácter divino se abria la mente y surgían preguntas 🌟


"La ciudad de Dios"

Para algunos se abrieron caminos, siempre mirando hacia arriba. Noche tras noche las admiraban fascinados. La fuerza de la emoción generó el poderoso deseo de conocerlas y les llevo a una continua observación, empezaron a anotar cada uno de los movimientos que ahí se producían, descubriendo, interrelacionando. Algunas azules, otras rojas, algunas caen, este conjunto tiene forma de osa, y esa formación puede verse la segunda semana de primavera, ahí está Neptuno... Más allá, algunos aseguraban que el poder de esos astros influía y determinaba el destino de nuestras vidas...




La inmensidad del deseo causado por esa misteriosa belleza, como si de un llamamiento predestinado se tratara, dispuso todos los avances y recursos a su alcance, las mejores mentes cooperando en nombre de la ciencia, tecnología, informática, física, diseño; toda clase de conocimientos, economía, organización… año tras año, tras año, tras año. Toda la carne en el asador a disposición del deseo de hacer realidad visitar los lugares avistados de esa ciudad y viajar entre sus luces, empujados hacia ello como si de la llamada de la persona mas amada se tratara…

Y lo hicimos...🚀



Este es un homenaje a esas noches mágicas de verano, una breve historia sobre como lo grande llama a lo que es pequeño y lo pequeño se hace grande para poder corresponderle, desatando el cabal de la llama nerviosa de un cohete que despega camino hacia esa cita tan soñada...

Esta es una historia sobre la humanidad en su conjunto, sobre cual sera nuestro destino de entre las estrellas. Pero por encima de todo, esta es una historia de todos, una historia sobre donde nos lleva y como nos transforma la fuerza de lo que sentimos por esa estrella que brilla especialmente sobre nuestra retina...




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