· La inteligencia del corazón ·




Los ojos de la carne sobre la forma, los ojos del corazón sobre la Belleza.
Escudriñando amablemente la verdad promotora de la realidad que la hace ser. Y, a través de sus pétalos, ver su semilla, su raíz, el riego de su lluvia, su soleada fotosíntesis, las estaciones cruzando su crecimiento...

Corazón. Impulso de grandes obras y grandes actos, el reflejo que, cuando es ajeno, deja perplejo a propios y extraños.

Y nos retumba una pregunta:
(((   ¿¿Como lo ha hecho??   )))

Corazón. Gravado, tallado por la marca ahondada de la navaja sobre la corteza del árbol herido. En la yema de un dedo enamorado que lo imprime en la arena de una orilla y que las olas rotas, tras pasar como una cortina, devuelven al mar.


El hombre caído ha perdido la memoria profunda, más que una cuestión de aprender, es una cuestión de recuperar, recordar.

La inscripción oculta en el latido que hemos olvidado como escuchar. Técnicamente: es información. Realmente: es sentido de y para la vida.

Donde la ciencia actual no ha llegado, hacia donde la religión ha dejado de mirar.

El terreno de un palmo propio a cada uno, la prueba y el error sobre la experiencia personal. Sus susurros nos empujan hacia la deriva o hacia la verdad, una formula precisa entre emergencia y serenidad.



Corazón. La ciencia de la transformación.
Intuición, confianza, práctica y obviedad.


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