En el valor que tiene por si mismo, desata el brillo dispersando luz de diferentes colores espectrales, extasiando los ojos de quien mira e iluminándole el cerebro desde la glándula pineal hasta la corteza pre-frontal.
Algunos se originan por el impacto de un meteorito o vienen con el mismo. Contenidas sus propiedades en las estrellas enanas blancas, son diamantes interestelares.

Estructura cristalina preciosa, en la normalidad, previo a poder lucir a plena potencia, debe amparar su hogar en el descenso de las profundidades que las capas de la Tierra resguardan. Forjándose bajo condiciones de presión y temperaturas extremas. El dolor recava hasta que el minero excava y el artesano repule. La sabia antigua Grecia lo bautizo como "Adama", invencible e inalterable.




Minero, artesano y diamante.

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