Años dibujando sonrisas y lagrimas como representantes de experiencias que se ilustran en las facciones arrugadas en la cara. La belleza diluida en el ser, como mano realizadora de cada pincelada de la obra maestra que la compone.

Cuando el rugido de los cuerpos amanse la atracción reduciendo en ascuas las voraces llamas,

lo único resplandeciente resultaran ser nuestras almas.

En la riqueza y en la pobreza.

En la salud y en la enfermedad.

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