Desde una cúpula estelar

Hace unos 4.500 millones de años, una generación antigua de estrellas latentes, deliberó, mediante poderosas explosiones, el material que contenían dentro de sí, esparciéndolo por el universo.

Esa materia, tras años luz navegando por el relativo espacio-tiempo, de entre otros tantos y distintos destinos, aterrizó en la Tierra.

Fueron los átomos de la materia, de dichas estrellas, los que crearon la materia orgánica, la vida, y constituyeron la base de lo que somos.

Trajeron carbono, hidrógeno, sulfuro, nitrógeno, fósforo y oxígeno, y en este taller llamado planeta azul, equipado con las condiciones y las herramientas adecuadas, se creo la imagen desnuda de cuerpo entero que se refleja en el espejo del baño gracias a esos remotos componentes estelares.

El humano.

"El mismo material de los sueños" en nuestras manos, pies, cerebro, hígado, pulmones, células, átomos. En la chispa del pensamiento cual estrella fugaz.

Nebulosas en el iris ocular y la nada en las pupilas.

Albergamos el cosmos, "somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas"

Polvo destellante, arquitecto universal. Polvo navegante, polvo espacial.

Y polvo somos

Y en polvo nos convertiremos